Hay momentos en la vida donde el silencio de Dios no es ausencia... es estrategia. Cuando el narcisista creyó que tenía el control, que su manipulación pasaría desapercibida, que podía jugar con tu alma como si fueras desechable, lo que no sabía es que el cielo estaba tomando nota. Porque cuando Dios interviene, no hace ruido… hace justicia. No estás aquí por suerte. Estás viendo esto porque sobreviviste al abuso narcisista, porque tus lágrimas no fueron en vano, y porque tu sanación es parte del juicio que ahora cae sobre quien intentó destruirte.
Tú no solo fuiste víctima de una relación tóxica. Fuiste un alma escogida, preservada, separada por una razón más grande. Mientras tú llorabas por amor, el narcisista se reía creyendo haber ganado. Pero Dios, en su infinita sabiduría, comenzó a desmontar su mundo en silencio: relaciones que se enfrían, sueños que se desmoronan, puertas que ya no se abren. ¿Coincidencia? No. Es restauración divina. Es justicia espiritual. Es lo que pasa cuando alguien juega con lo sagrado… y cree que saldrá impune.
Este video es para ti, que fuiste ridiculizado por ser “demasiado sensible”, para ti que fuiste acusado de exagerar, para ti que te perdiste en medio del gaslighting, pero aún así decidiste no convertirte en lo que te hirió. Hoy tu presencia, tu paz, tu progreso… son prueba viviente de que nadie se burla de quien fue tocado por Dios. Este es tu regreso. No al pasado, sino a tu verdadero lugar: bajo la cobertura de la gracia, con el respaldo del cielo y lejos de quienes no merecían ni un segundo más de tu luz.
🎯 Si este mensaje resuena contigo, compártelo. Que el mundo escuche lo que pasa cuando el alma sanada ya no necesita venganza… porque Dios ya dictó sentencia.