Más allá de lo laboral, esta ciudad me ha enseñado demasiado. Siento que de eso se trata visitar o migrar a un país, ciudad, pueblo; de llevarnos lo cultural, sus sabores, el conocer su gente. Ahí está el verdadero valor.
Si, hay cosas que aún me cuestan y que aún no me acostumbro. Si, hay cosas malas y por mejorar, pero todo esto ha hecho parte del aprendizaje a nivel personal que he tenido en este periodo de mi vida.
Déjame saber qué otras cosas les gusta de vivir en Bogotá. Los leeré.