“El bibliófilo, aun cuando se interese por el contenido, desea ante todo el objeto y, si es posible, el primero que haya salido de los tórculos de la imprenta.”
Augusto Monteroso (Honduras): Cómo me deshice de quinientos libros.
Pio Baroja (España) Apartes de su novela Silvestre Paradox.
Umberto Eco (Italia): Confesiones de un bibliófilo.