Crear melodías memorables confiando tan sólo en la inspiración es una maniobra de riesgo para el músico que realmente aspira a que sus melodías sean cantadas por mucha gente, ya que las técnicas de desarrollo melódico son variadas y, normalmente, no vienen solas.
Sin embargo, hay una técnica muy utilizada a la hora de diseñar melodías y que está al alcance de cualquier músico independientemente de su nivel, se trata de la secuencia melódica.
Cuando utilizamos una secuencia melódica estamos cogiendo un pequeño patrón interválico y rítmico y lo estamos desplazando, mostrándolo desde diferentes puntos que sean diatónicos a la tonalidad en la que nos encontremos, de esta manera nos estamos asegurando que el oyente va a recordar la melodía porque estamos usando la repetición de un modelo presentado de diferentes formas, lo cual aumenta sus posibilidades de ser recordado.
La secuencia melódica es una técnica sencilla que no utiliza la repetición literal, que puede llevarnos al aburrimiento y la fatiga auditiva, sino que es una forma muy particular de repetición que da al oyente la opción de aprender la melodía y, por tanto, recordarla.