A lo largo de la historia, los humanos hemos llevado animales y plantas de un lugar a otro, a veces con buenas intenciones y otras por descuido. Sin embargo, muchas de estas especies han terminado convirtiéndose en invasoras, causando estragos en los ecosistemas que colonizan. Ya sea por su rápida reproducción, su agresividad o su resistencia, estas criaturas han alterado el equilibrio natural, desplazando a especies nativas y generando impactos ambientales, económicos e incluso sanitarios. En esta lista, exploraremos algunas de las especies invasoras más destructivas del mundo. Desde pequeños roedores hasta enormes enredaderas, todas comparten un mismo problema: nunca debieron estar donde están ahora.