María I de Inglaterra (1516 - 1558) había estado esperando casi toda su vida el día de su boda. A los 38 años, era una novia mayor según los estándares de la época, pero cuando llegó la mañana del 23 de julio de 1554, ella estaba emocionada ante la perspectiva de conocer a su esposo. Ni siquiera la lluvia torrencial afuera pudo apagar su entusiasmo.
Mientras arreglaban su ropa con manos cuidadosas, sus damas sonrieron al ver la felicidad de María, pensando que ya era hora de que se sintiera realizada como mujer. Podría haber heredado el trono por fin, a pesar de todos los obstáculos de la sucesión y la religión, pero la cultura Tudor dictaba que la función principal de una mujer era ser esposa y madre. Esas eran tareas para una reina. Especialmente para una reina.
Pero lo que debió haber sido un "feliz para siempre" para esta reina, resultó que su unión estaba condenada desde el principio.
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Música utilizada:
Celtic Ambiance by Alexander Nakarada (www.creatorchords.com)
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