“Pensamos que nunca nos va a pasar nada, hasta que nos pasa (...) Cuando todo ocurrió no me dio tiempo ni de voltear a ver. Yo sólo quería salir de ahí. Tuve un pánico fuerte, un miedo impresionante”, narra Gerardo Tapia, quien meses atrás vivió un intento de asalto en la autopista México-Puebla, cuando un ladrillo irrumpió su camino y destrozó su neumático, pretendiendo obligarlo a bajar al acotamiento. Este modus operandi se ha vuelto recurrente en la vialidad, y aunque las autoridades federales y estatales carecen de estadística oficial sobre el fenómeno, el miedo secuestró la calma de quienes diariamente deben cruzar esta vía.
#ÚLTIMAHORA #Puebla #Inseguridad
➡️Leer más: www.elsoldepuebla.com.mx