Este vuelo desde Arauca hasta Guaymaral en el Piper Navajo fue realmente especial. Desde el inicio, el clima nos acompañó con cielos despejados y condiciones ideales, pero lo más destacado fue el viento de cola, que redujo significativamente nuestro tiempo de vuelo a solo una hora y media, ¡mucho más rápido de lo habitual en esta ruta!
Durante el trayecto, todo se desarrolló con tranquilidad y fluidez, permitiéndonos disfrutar de vistas espectaculares y de un vuelo estable. Sin embargo, al acercarnos a Guaymaral, nos encontramos con un escenario distinto: el tráfico aéreo estaba muy activo, lo que nos obligó a realizar una aproximación poco convencional. En lugar de la autorización habitual para entrar directo al básico, tuvimos que incorporarnos con el viento, lo que rara vez sucede en este aeropuerto.
Acompáñame en esta experiencia, donde comparto todos los detalles del vuelo, desde el despegue hasta el aterrizaje, y descubre cómo incluso en situaciones fuera de lo común, cada vuelo es una oportunidad para aprender y disfrutar de lo que más amamos: volar.