Durante los primeros meses de 1964, en las montañas del Escambray, subsisten bandas contrarrevolucionarias. Una mañana es hallado el cadáver del administrador de la finca Masinicú,[1][2] Alberto Delgado y Delgado. Las investigaciones que se realizan para descubrir las motivaciones del crimen y sus ejecutores nos irán revelando una atmósfera de intensa lucha de clases y una personalidad, cuyas actividades y conducta política son objeto de contradictorias evaluaciones.
Basada en hechos reales ocurridos en Cuba a principios de la década de los sesenta. Describe la personalidad de un agente de la Seguridad del Estado infiltrado entre las bandas contrarrevolucionarias concentradas en la región del Escambray.