Hay artistas que perduran, más allá de su desaparición física, gracias a su capacidad para conectar con los sentimientos del público. Gracias a su carisma.
Libertad Lamarque constituye un ícono de la cultura popular latinoamericana. Sobresalió en el cine y la música, y trascendió fronteras con su arte y personalidad. Tuvo una carrera deslumbrante: participó en 65 películas —43 en México (más tres participaciones especiales en documentales), 21 en la Argentina y una en España—, además de seis telenovelas. Cultivó el musical, el melodrama y la comedia. Acumuló 400 registros discográficos en variados géneros: tango, bolero, vals, zamba, milonga, rumba y ranchera.
Me acompaña quien fue, durante 20 años, su asistente personal: Irene López.