Dos hijos, dos rebeliones, dos confrontaciones.
Un padre, una respuesta: Mi puerta está abierta siempre.
En este mensaje, el Dr. Stanley analiza el amor de Dios Padre por medio de la parábola del hijo pródigo. Todos hemos pecado y nos hemos apartado de Dios para seguir nuestros propios caminos, pero no importa dónde nos lleve el pecado, el camino de regreso al hogar es siempre el mismo. Y al final está un Padre, anhelando abrazarnos. Descubra cuán tierno es el corazón de Dios para con usted.
Este mensaje es parte de la serie, Bienvenido a casa: La parábola del hijo pródigo.
Para obtener más mensajes de Charles Stanley, incluida la transmisión de esta semana, visite https://www.encontacto.org/vea