Las maniobras de Llano Amarillo, tan solo una semana antes de la sublevación, se convierte en un extraordinario escenario para poder establecer aspectos de coordinación y comprometer a más jefes y oficiales del Ejército de África.
Los funerales del diputado José Calvo Sotelo y el teniente José del Castillo se convierten en muestras de adhesión política que muestran dos Españas absolutamente irreconciliables.