Esta es la historia de Rosa, una joven de 23 años que dejó atrás una vida cómoda en la ciudad para seguir a su esposo Manuel a la finca heredada por él. Sin embargo, la felicidad se desvaneció rápidamente cuando se enfrentó al carácter dominante y cruel de su suegra, Doña Águeda. La vida en la finca, en lugar de ser un sueño compartido, se convirtió en un escenario de sacrificio, humillación y lágrimas.
A pesar de su dedicación y bondad, Rosa fue tratada como una sirvienta. Incluso durante su embarazo, Doña Águeda le impuso tareas duras, sin mostrar compasión alguna. Rosa, con el