Sabido es que los gobernantes y nobles indígenas tuvieron una activa participación a favor de la empresa de conquista española, en la pacificación de los indios, el control de la población originaria y la captación del tributo; que, como retribución, la Corona les otorgó el derecho a conservar sus patrimonios, recibieron mercedes de tierras, títulos de caciques y prebendas que debían respetarse en todas las generaciones futuras. Sin embargo, con frecuencia, estos derechos no fueron respetados y la política colonial se inclinó por debilitar a este grupo social en la medida en que dejó de ser útil a sus intereses.