En 1940, Jorge Luis Borges (por encargo) realiza la primera traducción al español de Las palmeras salvajes, magistral novela de William Faulkner, que apenas había aparecido en su idioma original un año antes. Influenciado por el modernismo literario de la época, Faulkner realizar un relato psicológico que, a su vez, influiría de forma acentuada el temperamento de los escritores latinoamericanos.