Nayeli está paralizada por el miedo que le tiene a su marido Pancho, quien bebe hasta ahogarse cuando ve los partidos de futbol y después la golpea. No importa los esfuerzos que haga ni que le cumpla todos sus caprichos, Nayeli es golpeada después de cada partido y peor si pierde su equipó. Todo termina cuando, apoyada por la fundación, Nayeli logra tener el valor para denunciarlo.