El gobierno interino asegura que un operativo militar pretendía neutralizar a los remanentes del régimen depuesto, pero la ONG Observatorio Sirio de DDHH afirma que las fuerzas de seguridad ejecutaron a más de 800 civiles a "sangre fría". Las autoridades han prometido una investigación para dar con los responsables. Varias personas ya fueron detenidas. La comunidad internacional exige el fin de las hostilidades.