En la última década, la inteligencia artificial ha experimentado un crecimiento exponencial, con avances que han redefinido industrias y cambiado la forma en que interactuamos con la tecnología. Modelos de lenguaje como GPT de OpenAI, Gemini de Google DeepMind y LLaMA de Meta han dominado el panorama, estableciendo nuevos estándares en comprensión y generación de texto. Sin embargo, el desarrollo de IA no es exclusivo de Occidente.
China, con su estrategia nacional de IA y sus gigantes tecnológicos, ha estado construyendo un ecosistema robusto para competir en este ámbito. La reciente aparición de DeepSeek, un modelo de inteligencia artificial desarrollado en China con capacidades avanzadas, ha sorprendido a muchos, pero en realidad, su llegada era completamente predecible. Este artículo explora las razones por las cuales DeepSeek no debería haber sido una sorpresa, analizando el contexto tecnológico, económico y geopolítico que ha impulsado su desarrollo.
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