La economía alemana necesita unos 400.000 profesionales cada año para mantener el ritmo de crecimiento. Eso por no hablar de que su población está envejeciendo y urge encontrar enfermeros cualificados para cuidar de los pensionistas alemanes. El país, al igual que la Unión Europea, lucha con nuevas medidas atraer a migrantes cualificados de todas partes del mundo, pero estos, una vez pisan suelo alemán, se quejan de la burocracia, la falta de vivienda y la barrera del idioma. Y por eso se van.