No se nace siendo mujeriego. Ser mujeriego es una elección. Lo que hace que alguien sea mujeriego es el egoísmo. Muchos de ellos dicen “es que yo soy así” o “tú sabes como yo soy.” El mujeriego siempre tiene mil excusas para sus parejas y para ellos mismos. Tienen que justificarse el hecho de que están hiriendo constantemente a las personas que ellos dicen que aman a pesar de que en el fondo saben que lo están haciendo mal.