El primer encuentro entre EE. UU. y Rusia desde el comienzo de la invasión a Ucrania busca normalizar las relaciones bilaterales y sellar un acuerdo para terminar el conflicto. Pero ni Kiev ni sus socios europeos fueron invitados, y han dicho que no aceptarán un pacto hecho a sus espaldas. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que “en algún punto”, Europa deberá formar parte de la negociación.