Según Jaime Bayly, el presidente Trump tiene una deuda con Elon Musk, el hombre más rico del mundo, quien ha sido uno de los principales donantes a la campaña de Trump y ha mostrado apoyo explícito hacia su gobierno. Bayly plantea que, como parte de esta relación cercana, Trump le está retribuyendo a Musk de una manera muy particular. A partir del 2 de abril, entrará en vigor una política que incrementará los aranceles sobre todos los automóviles ensamblados en Estados Unidos con componentes provenientes de Canadá y México. Esto tendrá un impacto directo en los tres grandes fabricantes de automóviles en EE. UU.: Ford, GM y Chrysler, quienes dependen en gran medida de piezas importadas de estos dos países.
La lógica detrás de esta medida, según Bayly, es que al aumentar el costo de los autos fabricados por Ford, GM y Chrysler, el precio de sus vehículos será mucho más alto, lo que beneficiará indirectamente a Tesla. La clave está en que Tesla, a diferencia de sus competidores, fabrica todos sus autos en EE. UU. sin depender de componentes de Canadá ni México. Por lo tanto, no se verá afectado por los aranceles adicionales, lo que le permitirá ofrecer sus autos a un precio más competitivo en el mercado estadounidense. Bayly afirma que este favorecimiento indirecto a Tesla podría resultar en que los autos de la competencia sean entre 8,000 y 10,000 dólares más caros, dependiendo del modelo.
Por ejemplo, el Chevrolet Equinox eléctrico, que es un competidor directo de los modelos de Tesla, usa muchas partes que provienen de México. A partir del 2 de abril, este modelo sufrirá un incremento de al menos 25% en su precio debido a los aranceles impuestos, lo que haría que su precio aumente significativamente, mientras que Tesla podría mantenerse más competitivo gracias a la producción completamente nacional.
Además, Bayly menciona que Tesla no solo evitará estos costos adicionales, sino que también se beneficiará de incentivos fiscales bajo el gobierno de Trump. Si alguien compra un Tesla en Estados Unidos, podría deducir los pagos mensuales del préstamo para su automóvil de sus impuestos, lo que haría aún más atractiva la compra de un Tesla en comparación con otros vehículos eléctricos. De esta forma, Trump estaría, en efecto, favoreciendo a Tesla y castigan a los competidores de Musk.
El periodista también señala que, aunque esta medida favorezca a Tesla a corto plazo, Musk enfrenta desafíos globales. La competencia en China y Europa, mercados claves para Tesla, ha aumentado significativamente, con marcas como BYD y Xiaomi ganando terreno rápidamente. Bayly destaca que, debido a la relación de Musk con Trump, Tesla podría enfrentar dificultades adicionales en estos mercados internacionales, especialmente en China, donde el gobierno comunista podría empezar a poner obstáculos a Tesla debido a su asociación con Trump.
Finalmente, Bayly expresa que, aunque los autos de Tesla se beneficiarán de una mayor competitividad en el mercado estadounidense debido a los aranceles a los competidores, la situación en el mercado global es mucho más complicada para Musk. La caída en las ventas de Tesla en Europa y China podría afectar gravemente su negocio, y aunque la estrategia de Trump le brinde un respiro a Tesla en el mercado estadounidense, la realidad internacional podría ser muy diferente.
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