Trabajé para la empresa de mi hermano, hasta que su esposa me llamó sirvienta en su fiesta.
Hola, soy Jennifer Chen, y esta es la historia de cómo aprendí que, a veces, la persona más callada en la sala es la que tiene todo el poder. Durante 15 años trabajé tras bambalinas en Chen Global Solutions, la empresa de tecnología que mi hermano Michael y yo heredamos de nuestro padre. Mientras Michael se convirtió en la cara carismática de la empresa, yo, en silencio, construí nuestro imperio desde las sombras. Pero, a veces, las sombras son justo donde necesitas estar para ver los verdaderos colores de las personas.Todavía recuerdo el día en que todo comenzó, cuando nuestra empresa no era más que una pequeña firma de consultoría en tecnología que operaba desde un almacén convertido en Silicon Valley. Papá la había creado desde cero, enseñándose a programar mientras trabajaba en tres empleos para mantener a nuestra familia después de que emigramos de Taiwán. Michael siempre fue el hijo dorado: encantador, extrovertido y aparentemente destinado a la grandeza. Yo era la callada, la que pasaba los fines de semana aprendiendo a programar en lugar de ir a fiestas.