El chavismo continúa silenciosamente en su escalada de brujería presidencial. Los brujos asiduos al chavismo anunciaron sesiones especiales en junio pasado por la conmemoración de la Batalla de Carabobo, que celebra la independencia de Venezuela.
El padre José Palmar muestra por primera vez el crucifijo que exhibía constantemente Hugo Chávez y que llegó a sus manos por el periodista Napoleón Bravo y su esposa Ángela Zago.
Palmar cuenta que se percató de que la medalla de San Benito, que acompañaba al crucifijo estaba al revés. Concluye el padre que es un signo de pacto con el diablo.
El chavismo suele recurrir a la brujería, la santería y el espiritismo como herramientas para aferrarse al poder. Creen que esos hechizos y rituales les funcionan para que su proyecto político permanezca vivo, tal como lo he explicado en mi libro "Los brujos de Chávez".
A raíz de las declaraciones de los espiritistas y brujos sobre los rituales que, con dinero público, se realizarían en Venezuela por la conmemoración de la Batalla de Carabobo, he entrevistado al padre José Palmar, que presenció la brujería en Miraflores y destapa el secreto del famoso crucifijo de Hugo Chávez y su final inesperado.
José Palmar fue uno de los sacerdotes que visitó y trabajó en el Palacio Presidencial de Miraflores en la época de Hugo Chávez y relata episodios tenebrosos que contempló en persona con brujería en los sótanos del Palacio.